Proteína sustentable, comer insectos para salvar el mundo
- Dipterra Oxolmex

- 30 dic 2021
- 2 Min. de lectura
La forma tradicional de producir los alimentos que consumimos actualmente es insuficiente, poco viable e insostenible.
Uno de los grandes retos de la humanidad es lograr el abastecimiento de alimentos, actualmente existen aproximadamente 811 millones de personas en hambruna crónica en el mundo y en el año 2050 habrá 90 billones de habitantes en el mundo. La fuente principal de proteína consumida por los humanos es la de origen animal, se registra que a nivel mundial, 80 billones de animales son criados y sacrificados cada año, lo que requiere grandes recursos de agua, tierra y la producción de gases de efecto invernadero (GEI). Esta forma tradicional es insostenible y poco viable, por lo que es necesario replantearse cómo y con qué nos estamos alimentando. La FAO recomienda encontrar fuentes alternativas de proteína que sean sustentables a largo plazo para poder mitigar los efectos del cambio climático.

Proteína alternativa
El consumo de insectos (entomofagia) es cada vez más aceptado a nivel mundial. Los insectos son una fuente de alimentación muy nutritiva y saludable, contienen

un alto porcentaje de proteína, lípidos, fibra, vitaminas y minerales. Aunque los insectos han sido parte de la dieta de ciertas culturas desde la prehistoria, en algunos países se consideran exóticos y poco apetecibles, sin embargo, son estos países poco acostumbrados a su consumo los que están tomando la delantera en la implementación de normas para su adecuada industrialización y consumo. Por ejemplo, el verano pasado la Unión Europea aprobó al gusano Tenebrio, también conocido como gusano rey, para consumo humano.
Cómo contribuye la producción y consumo de insectos a la mitigación del cambio climático
La crianza de insectos emite menos gases de efecto invernadero que la de vacas y cerdos, también requieren significativamente menos agua y tierra. Otra ventaja de la producción de insectos es su alta eficiencia de conversión alimenticia, esto es, requieren menos alimento y menos tiempo para la obtención de proteína. Los insectos requieren 6 veces menos alimento que una vaca y la mitad de alimento que cerdo

para producir la misma cantidad de proteína. Por otro lado, los insectos pueden alimentarse de distintas fuentes de desechos orgánicos, reduciendo así la cantidad de residuos y generando al mismo tiempo alimento de alto valor nutricional. como ejemplo tenemos las larvas de la mosca soldado negro, que son capaces de transformar casi cualquier residuo orgánico en proteína, actualmente se sigue debatiendo sobre su consumo en humanos, sin embargo, las larvas de esta mosca ya forman parte de la dieta de animales como peces y pollos, siendo una fuente de proteína más sustentable que la soya y el alimento de pescado, los cuales actualmente son la principal fuente de alimento de los animales de consumo humano.

En Dipterra evaluamos qué residuos orgánicos pueden ser utilizados por las larvas de la mosca soldado negro para su alimentación y diseñamos plantas de bioconversión de estos residuos para su revalorización como productos de alta calidad que incluyen proteína, aceite y biofertilizante.
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